Hacia el año 80 empieza a circular por algunas comunidades cristianas un escrito, conocido hoy como Carta a los hebreos. Su autor, buen conocedor de la religión judía, va destacando la importancia única e irrepetible de Jesús, muy superior a los venerables personajes de la tradición bíblica. Al final de su obra deja claro que los cristianos podemos contar con una «nube grande de testigos» de la fe en la historia de Israel, pero ahora se nos propone vivir «con los ojos fijos en Jesús, el que inicia y consuma la fe».
El objetivo de esta reflexión es recuperar a Jesús, el Cristo, como «autor de la fe», el único que puede regenerar nuestra pequeña fe, débil y vacilante, para hacernos renacer a la verdadera identidad de discípulos y seguidores de Jesús.
1. Volver a Jesucristo
· Entrar por el camino abierto por Jesús
· Volver a Galilea
· El Evangelio como nuevo comienzo
2. Creer la Buena Noticia de Dios
· Dios, amigo de la vida
· Dios, el Padre Bueno de todos
· Parábola para nuestros días
3. Recuperar el proyecto del reino de Dios
· El proyecto humanizador de Dios
· La compasión como principio de acción
· Los últimos han de ser los primeros
· Recuperar el Padrenuestro como oración del reino
4. Seguir a Jesús el Cristo
· Dinámica del seguimiento
· Rasgos de los seguidores de Jesús
· Construir la Iglesia de Jesús
5. Escándalo y locura de la cruz
· El gesto supremo de Dios
· Dios crucificado
· Dios identificado con las víctimas
· Seguir a Jesús cargando la cruz
6. Cristo resucitado, misterio de esperanza
· Cristo, nuestra esperanza
· Recuperar la experiencia viva del Resucitado
· El nuevo rostro de Dios
· Entrar en una dinámica de resurrección
· El horizonte de nuestra esperanza
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