Día 16 de Julio de 2016
Hoy después de desayunar, hemos salido a hacer
una excursión hacia el santuario "Delle Carceri"
El santuario ha desarrollado a lo largo de los
siglos en los alrededores de la cueva de San Francisco.
En este lugar, Francisco se retiró,
reservandose algunos períodos de oración más intensa junto con los
primeros seguidores. Este fue uno de los lugares especiales para Francisco,
para encontrarse consigo mismo, con Dios, en medio de la naturaleza. Aquí
podemos dedicar un momento para orar desde la naturaleza, en el mayor silencio
posible.
El nombre "de carceribus" viene de
los barrios pobres como prisiones, donde, en un primer momento los ermitaños, y
luego Francisco y sus compañeros, llevaron una vida austera, cómo segregados
del mundo.
Este lugar venerable y sagrado de belleza infinita,
nos hace descubrir sobre todo porque el santo fue buscando de forma natural la
oración prolongada y la soledad, habitada sólo por el misterio de Dios.
El itinerario de hoy consiste en dar un paseo
tranquilo, admirando la naturaleza, oyendo sus ruidos, oliendo sus olores,
mirando sus colores...Después de encontrar un lugar donde cada uno se sienta a
gusto, se hace silencio en nuestro interior para escuchar lo que nos dice
nuestro cuerpo y nuestro corazón. Este es el momento de comunicarle a Jesús, cuales
son nuestras inquietudes, nuestras alegrías, nuestras penas, todo lo que
estamos viviendo, damos gracias a Dios por la naturaleza, como obra suya, por
sentirnos parte de ella y poder disfrutarla.
Después del momento de interioridad hemos
orado ante uno de los altares que nos hemos encontrado y hemos repartido para
todos una copia del "Cántico a las criaturas".
Altísimo y omnipotente
buen Señor,
tuyas son las
alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo,
Altísimo, te convienen
y ningún hombre es
digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el
Señor hermano sol,
por quien nos das el
día y nos iluminas.
Y es bello y radiante
con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva
significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las
formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor,
por el hermano viento
y por el aire y la nube
y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus
criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor
por la hermana Agua,
la cual es muy humilde,
preciosa y casta.
Alabado seas, mi Señor,
por el hermano fuego,
por el cual iluminas la
noche,
y es bello y alegre y
vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y
gobierna
y produce diversos
frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y
tribulación;
bienaventurados los que
las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo,
coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún
hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que
mueran en pecado mortal.
Bienaventurados a los
que encontrará en tu santísima voluntad
porque la muerte
segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi
Señor
y denle gracias y
sírvanle con gran humildad...
Después hemos tenido la tarde libre en la
ciudad antigua de Asís y los monitores hemos asistido a las vísperas que
celebran los frailes en San Damián, mientras los jóvenes han asistido a las de
las hermanas, como todos los días.
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