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sábado, 20 de enero de 2024

María Ajuriagogeaskoa, religiosa Hija de San José


 María Ajuriagogeaskoa Iturriaga nació en 1941 en el caserío Solobarri del barrio Ajuria de Muxika, en el seno de una familia de nueve hermanos, de los que sobrevivieron ocho, cuatro varones y otras tantas mujeres. La quinta falleció al poco de nacer y ella es la mayor. Publicamos este artículo aparecido en Aldaba, gracias a la generosidad de su autor. Eskerrik asko, Segundo.

Cada cual debe acercarse

a la eternidad a su modo.

(Julian Barnes)

 

Una breve historia de las Hermanas Josefinas en Gernika-Lumo, se publicó en Aldaba con motivo del centenario de su llegada a nuestra villa[1]. En ella se daba cumplida noticia de los avatares por los que ha pasado la institución en dicha centuria.

Es un hecho que en los últimos años las prácticas religiosas han decaído de manera importante y paralelamente las vocaciones. En nuestra infancia y juventud había en Gernika-Lumo carmelitas vedrunas, clarisas, josefinas, mercedarias, Hermanas de San Vicente Paúl, Hijas de la Cruz, franciscanos, agustinos, corazonistas… que ahora han cerrado sus centros o se encuentran muy escasos de personal.

Así, la casa de las josefinas de Gernika-Lumo es ahora una residencia de ancianas de la orden, donde viven unas 26 josefinas mayores. Entre ellas se encuentra la ahora biografiada, que ha servido a los pobres en Angola durante 28 años consecutivos. En un artículo reciente ya aludimos a que Laura Barinagarrementeria permaneció en ese país como enfermera durante muchos años[2].

María Ajuriagogeaskoa Iturriaga nació en 1941 en el caserío Solobarri del barrio Ajuria de Muxika, en el seno de una familia de nueve hermanos, de los que sobrevivieron ocho, cuatro varones y otras tantas mujeres. La quinta falleció al poco de nacer y ella es la mayor.

Hasta los doce años acudió a la escuela pública de su Ajuria natal, donde ejerció de sacerdote el recordado Bonifacio Orbe, “don Boni”. A los 17 se puso a servir en casa de una familia guerniquesa, pero un año más tarde regresó a casa a cuidar de los hermanos pequeños, como era habitual en aquel tiempo.

Poco después ingresó como aspirante, que llamaban “apostólica”, en las josefinas de Gernika. De aquellos años recuerda que les enseñaban cultural general y aprendían costura, planchado, y zurcido y bordado para el exterior. Las aspirantes eran alrededor de una docena. Los domingos por la mañana acudían a misa a la parroquia de Andra Mari y por la tarde les llevaban de paseo, acompañadas. La comunidad estaba constituida por unas doce hermanas.

En Gernika permaneció hasta finalizar el curso 1962, cuando partió a Madrid a realizar el postulantado, el noviciado y la primera profesión, que concluyó en 1965. En esos años cosían para una clínica madrileña, que estaba al cuidado de las josefinas. Entre 1965 y 1969 estudió y se graduó en enfermería en la Escuela de las Siervas de María. Luego, ejerció como enfermera en Madrid, Lérida y Manresa hasta que en 1994 fue enviada a Malanje en Angola. Con carácter previo residió un trimestre en Portugal aprendiendo portugués que es el idioma dominante en Angola, como excolonia portuguesa que es, y junto a una compañera portuguesa se trasladó a Angola.

El año 1971 acudió a ese país africano el primer grupo de josefinas, que permanecieron allí hasta 1975 en que tuvieron que abandonarlo por la guerra y no regresaron hasta 1990 en que se establecieron en una vivienda cedida por la diócesis. En 1994, como se ha dicho anteriormente se trasladó María, con una compañera gallega, para incorporarse a su labor de enfermera en un hospital de Malanje; otras hermanas se establecieron en la capital, Luanda. De la estancia en Malanje, donde permaneció hasta 1996, recuerda que fueron años duros y difíciles porque el país estuvo en guerra hasta 2002 en que se firmó la paz. Tuvieron a su cargo a 120 huérfanos desnutridos, abandonados por causa del conflicto bélico.

Durante un curso estuvo en Luanda, trabajando en diversas obras. A continuación tres hermanas se trasladaron a Lubango (capital de la provincia de Huíla) a realizar una fundación. Aquí se dedicaron, entre otras labores, a repartir comida a la población, a alfabetizar en los barrios y a pasar consulta médica. Construyeron un orfanato para acoger a niños y también les daban de comer a quienes fabricaban los adobes.

Tenían relaciones con otras congregaciones y guarda recuerdo de que en Luanda contactó con la anteriormente citada Laura. En Lubango permaneció un decenio (de 1997 a 2007), año éste en que volvió a Malanje a una casa en la que disponían de panadería para que los trabajadores aprendieran a cocer el pan y que luego les sirviera de modo de vida. Aquí permaneció de 2007 a 2015 y de esta última fecha hasta 2022 regresó de nuevo a Lubango, año en que se estableció en la residencia de Gernika.

Quiero destacar que además del relato de su trayectoria que ha quedado aquí reflejado, María conserva el euskera de su infancia sin contaminar y que da gusto escucharla. Ondo etorria merezitako Gernikako erretirora.

 

Segundo Oar-Arteta

Gernika-Lumo, primavera de 2023



[1] Segundo OAR-ARTETA. “Las Josefinas de Gernika-Lumo cumplen 100 años (1916-2016)”. Aldaba 196 (2016) pp.33-44.

[2] Isabel AGUIRRE. “Laura Barinagarrementeria. Una apuesta por la vida”. Aldaba 90 (1997), pp. 21-22. y JAIA. “Laura Barinagarrementeria. Instituto Secular de las Misioneras de Santa María”. Aldaba 112 (2001), pp. 16-17.

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