La entrevista es en Zarrabenta, Mendata. El bar lo regentan en la actualidad unas mujeres cubanas. Se acerca Jose Angel con su sonrisa a hablarnos de su vocación y la vida en Africa. Mendatako afrikarra. En pocos metros nos damos la mano los tres continentes en este rincón de Bizkaia. En el aterpe da la escuela de barriada donde estudio sus primeras letras, este sacerdote javeriano nos habla con sencillez sobre su larga vida.
Jose Angel Agirre (Mendata, 1958) el bachiller lo estudió en el seminario de los javerianos en Kortezubi y en el instituto de Gernika. Posteriormente la teología en Madrid, alternando con experiencias misioneras en Sierra Leona.
Ordenado sacerdote en Andra Mari de Gernika (el año que viene se cumplen 40 años) ha trabajado de misionero en Sierra Leona (de dónde tuvo que huir dos veces por la guerra "estuve siete meses en un campo de refugiados" nos cuenta con total sencillez) y en Chad, además de trabajos dentro de la congregación en Italia y España.
"Las colonias inglesas fueron más respetuosas con las costumbres locales, los franceses mucho más rígidos. Ahora se nota la diferente actitud de cada país con la metrópoli colonial, más matizada en Sierra Leona, más de odio en Chad".
Habla, además de un euskera perfecto, el castellano, el italiano, francés, inglés, masa...
Estos meses reside en el caserío natal cuidando a su madre gravemente enferma. Pero su cabeza y corazón siguen mirando al Chad, a donde piensa regresar.
En la foto junto a Segundo Oar-Arteta que le ha hecho una entrevista, con más detalle y rigor, para la revista local Aldaba de Gernika.
No quiero cerrar esta entrada sin dejar de citar a otro ilustre hijo de Mendata, el franciscano Bitoriano Gandiaga:
Jakin badakigu, baina,
berton ez denez gertatzen,
ez bageneki adina.
Urruti gertatzen denaz
ez gara ia kezkatzen
Afrika neurea.
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