BARRIA - EL
NUEVO
El último resplandor del ocaso iba
apagándose y la noche ya empezaba a cubrir las tiendas de los 6000 refugiados
que habían llegado a un pueblo de Grecia. Las voces infantiles que habían
llenado el lugar de alegría y juegos iban silenciándose y cada uno entraba en
su tienda familiar para rumiar lo vivido en el día, oír las noticias de la
radio y compartir la cena antes de dormir.
¡Tan pocas novedades! Los mayores daban gracias a Alá por seguir viviendo, por tener para
comer, por las personas que les seguían acogiendo y ayudando a sus familias.
Tres años fuera de su país les había ido anulando las ganas de luchar por la
vida, de rebelarse, de aspirar a ese mundo en libertad y paz con el que habían
soñado.
Los jóvenes se mostraban silenciosos, con un rictus de amargura y
decepción: algunos compañeros habían logrado escapar a Alemania, había quien
tenía a sus familiares en otros países europeos y ellos no lograban tener los
papeles para unirse a ellos. Sus carreras, su trabajo, sus sueños y sus ansias
les aguijoneaban en lo más profundo de su corazón.
Los niños parecían felices: no les
faltaba comida, podían jugar y hasta tenían clases que les impartían
profesionales voluntarios, refugiados, como ellos.
Poco
a poco se fue haciendo el silencio mientras se iban apagando las últimas luces
en las tiendas.
Pero, súbitamente, notaron que algo grande
estaba ocurriendo en algún lugar cercano pues parecía oírse balidos de rebaños
y voces de gente que cantaban como si estuvieran de fiesta. Los sonidos se
fueron acercando al campamento y una claridad inmensa les iba rodeando y
siguiendo.
Los jefes de los ancianos salieron de sus tiendas para
informarse de lo que pasaba y quizá tomar alguna medida de protección para los
suyos.
No
parecían enemigos sino gente de paz, pero ¿qué ocurría?, ¿por qué esa
algarabía?
Por
fin un joven salió de la caravana multicolor y explicó a los ancianos, que
venían acompañando a una joven que estaba a punto de dar a luz y que querían
llevarle a un lugar adecuado pues ellos solo eran pastores y no tenían más que
chabolas y pesebres. Aseguraba que se habían sentido atraídos por esa joven
pareja pues notaron señales especiales en el cielo y en sus campos.
No
fue necesario dar más explicaciones: como por arte de una fuerza sobrenatural,
la vida dormida del campamento se despertó y en un abrir y cerrar de ojos
vaciaron una tienda para prepararla para recibir al que iba a nacer.
Tres
jóvenes madres atendieron a la doncella, que dio a luz a un hermoso niño y a
quien sus padres le pusieron el nombre de Joshua.
(Para representar)
Primera escena: Al lado izquierdo del altar, un
campamento de refugiados: Varias tiendas de campaña y niños y adultos
envueltos en mantas acostados o sentados. Hay luces de linternas o faroles.
Como ambientación
poner la música de algún canto típico de musulmanes o la oración que hacen antes de acostarse.
Se van apagando las
luces y se va haciendo un gran silencio. Todo está a oscuras.
Segunda escena: algarabía en la sacristía. Van entrando en escena padres y madres y
otros niños y entre ellos José y María, que está embarazada. Entran cantando y
hablando y llenos de luces. Se quedan al
lado derecho del altar. Algunos se sientan en el suelo, otros hablan de pie… en
todo hay movimiento y alegría. Quizá puedan tocar algún instrumento navideño.
Tercera escena. Del campamento salen tres adultos: un hombre y dos
mujeres que les hacen parar a los recién llegados y les preguntan qué ocurre.
Una mujer sale del grupo y les dice que entre ellos hay una mujer embarazada,
extranjera. Que ellos son solo pastores y no tienen más que chabolas y pesebres
y que quieren algo mejor para el que va a nacer. Dicen que no saben quién es
pero que debe de ser alguien importante por los signos que les acompañan.
Cuarta escena. Inmediatamente vacían una tienda y acogen a la
pareja. Se ilumina la tienda y todos se inclinan y cantan ante el Belén:
Pueden cantar Shema Israel, Belenen jaio jaku Jesus
umetxoa, o cualquier otro.
Shema Israel,Jauna da gure Jauna, gure Jainkoa
(hirubider)
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Hirugarren eszena egiteko aukera bat:
ü Kanpamentuko
norbait (gizonezkoa bada hobe):ZER GERTATZEN DA? EZ DABE IKUSTEN BERANDU DALA
ETA UMEAK LO DAGOZELA?
ü Beste
taldeko gazte batek: PARKATU, BAINA BIKOTE GAZTE BAT ETORRI DA, GAUA NON PASATUKO DABEN GALDEZKA
ü Beste
gazte batek: EMAKUMEA HAURDUN DAGO ETA LAISTER UMEA EUKITEKO DAGO
ü Mutil
gazte batek: GU ARTZAIN BATZUK BAINO EZ GARA; TXABOLA ETA SEHASKATXOA BAINO EZ
DAUKAGU. ZUEK HOBETO ZAINDU DAIKEZUELA USTE DOGU.
ü Agure
batek( agintedun lez) EZ DAKIGU NORTZUK DIREN, BAINA EURENGAN ZERBAIT BEREZIA
DAGO; EZAUGARRI DISDIRATSUAK IKUSTEN DIRA, INOIZ ENTZUN BAKO MUSIKA… PAKEAZ
INGURATUTA DAGOZ…
ü Kanpamentuko
gizonak: BEHINGOAN, JAIOTZERA DOANARI
GERTATU KANPA-DENDA BAT.
Testua: Maria Dolores Lezama
Antzesleak: Igorreko KT
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