Abenduko izarrak

viernes, 8 de marzo de 2013

Bake bidean adiskidetu, por Carmen Torres Ripa



(…) El futuro, nuestro futuro cercano, al margen del eclesial es la paz. Paz con los que nos rodean, compremos rosas o no. Este sábado, día 9, hay un encuentro por la paz. Una marcha que se inicia en Bolívar y termina en el monasterio de Zenarruza, escribe hoy en DEIA Carmen Torres Ripa.


Haz lo que puedas

Es primavera en Euskadi y la marcha por la paz es un encuentro emotivo con la estación. Los montes de los alrededores estarán blancos y los espinos empiezan a florecer. También hay margaritas y soles amarillos en las campas. Este sendero de l apaz es corto, solo dos kilómetros sin prisa. La paz la vamos tejiendo lentamente porque hay muchos cabos dispersos que conforman esta palabra tan corta y tan llena de significado. Querido amigo que me lees, para llegar a la paz haz lo que puedas, con lo que tengas y donde estés. Es un eslogan fácil que no exige heroísmos porque, al fin, estamos condenados a entendernos en este pueblo sufriente. La paz se compra con sangre y muerte, la reconciliación solo con el diálogo. Decía alguien que sabía mucho que cuando puedes recordar entonces estás preparado para el perdón. Anualmente, en Bolívar, se cimienta ese perdón con una marcha por la paz, envuelta en el aroma del paisaje que renace cada año.

Los dos kilómetros que separan el pueblo del monasterio de Zenarruza tienen un objetivo secreto. Pensar, meditar en la intimidad de nosotros mismos, es ese gran reto para nuestro pueblo de la reconciliación. “Quiéreme –decía José Luis Álvarez Santacristina- te pido que me quieras a pesar del daño que he hecho”.

La cita de San Pablo

Siempre nos envuelve el mismo misterio del amor. ¡Quiénes somos nosotros para juzgar! En la convocatoria de este año hay una cita de San Pablo: “No paguéis a nadie mal por mal. Procurad hacer lo bueno delante de todos. Hasta donde dependa de vosotros, haced lo posible por vivir en paz con todos. Queridos hermanos, no os toméis la justicia por vuestra mano, y sino dejad que sea Dios quien castigue; porque el Señor dice en la Escritura: “A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré.” Y también: “Si tu enemigo tiene hambre dale de comer; si tiene sed dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.” No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal”.  

Los organizadores de esta IV Marcha por la Paz a Ziortza quieren iniciar la espiral de la reconciliación con un lema, Bake bidean adiskidetu (reconciliación en el camino hacia la paz) porque “este año, aunque la violencia se ha desactivado –como dice el párroco de Amorebieta, Antonio Linaza-, seguimos rezando pues no hemos llegado aún a lograr una convivencia en paz”.

Los participantes de estos dos kilómetros de oración serán recibidos por los monjes y allí, en al colegiata –donde los muros acunan los rezos de tantos cistercienses-, rezarán todos juntos la oración por la paz. Un cántico a Dios entonado por hombres de buena voluntad. “Queremos ser agentes de reconciliación –dice la oración- en el camino hacia la paz. Una paz fundamentada en la verdad, justicia y perdón”.

Amuletos de buena voluntad, flores y perdón. Regale una rosa en el mes de marzo.

Carmen Torres Ripa es periodista y escritora.

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