Diario Vasco, mayo de 2016
«No hay como nombrar una comisión para dejar morir un asunto», apunta con retranca María José Arana (Bilbao, 1943), doctora en Teología por la Universidad de Deusto y una histórica luchadora feminista en la Iglesia, «el último bastión de la injusticia de género en el mundo occidental cristiano». Aunque no ve en el Papa Francisco un «excesivo entusiasmo por las mujeres», valora el «paso fundamental» que ha dado en favor del diaconado femenino. «Pero no necesitamos más trabajo, tenemos de sobra», advierte. «Lo que necesitamos es el reconocimiento oficial de nuestro papel en la Iglesia, que sea capaz de reflejar en su estructura el Evangelio que anuncia en derechos humanos, igualdad, y también de acercamiento a la mujer, como hizo Jesús».