Un joven de 100 años. Ayer cumplió 100 años el órgano de la parroquia de San Bartolomé de Areatza. Conoce su historia secreta.
Un joven de 100 años
El órgano de la parroquia de Areatza-Villaro cumple
años el primero de agosto
Un magnífico órgano romántico
que ha acompañado a miles de vecinos en sus bautizos, bodas y funerales está de
enhorabuena. El primero de agosto cumple 100 años y sigue acompañando en sus
celebraciones a los vecinos de la villa.
Con motivo de su próximo
centenario se quiere poner en marcha una asociación de amigos del órgano de la
parroquia de San Bartolomé de Areatza.
El órgano siempre ha sido la
orquesta sinfónica del pueblo. En aquellos tiempos en que los viajes eran
complicados, el pueblo llano disfrutaba de una auténtica orquesta sinfónica
gracias al órgano de su pueblo.
La asociación quiere
recuperar lo mejor del órgano llevando a cabo una restauración lo más fiel
posible al original. No será fácil debido a la actual crisis pero la ilusión no
falta y el órgano se lo merece.
El órgano de la parroquia, fue construido por Lope Alberdi y es de sistema mecánico. El
instrumento fue inaugurado el viernes primero de agosto de 1913, costeado por
suscripción popular y con una aportación notable de la Fábrica de la Iglesia y del Municipio.
Es uno de los órganos
románticos más notables de la provincia, fruto de la época de oro de Lope
Alberdi, junto a los órganos de las parroquias de San Trokaz de Abadiño y
Andra Mari de Zeanuri. Lope Alberdi, natural de Guategiz de Arteaga (1869)
participó, por ejemplo, en la construcción del órgano de Monserrat en Barcelona
o el de al catedral de Bogota (Colombia) según nos informan los organeros J.
Sergio del Campo y Alejandro Turanzas.
Se trata, como decimos, de un órgano de transmisión
mecánica, aunque los tubos de mayor volumen y otra serie de dispositivos
funcionan neumáticamente. Consta de 16 registros, distribuidos en dos teclados
manuales de 56 notas y un pedalero de 30.
Un pueblo tan culto y amante
de la música como es el de Areatza no puede dejar sin celebrar la efemérides
centenaria de este testigo de su vida.
El órgano del monasterio de Santa Isabel
Areatza también disfruta de
otro órgano más modesto que reposa en la iglesia del Monasterio de Santa
Isabel. No se puede comparar en su calidad ni en su sonido con el Lope Alberdi
de la parroquia, pero también tiene su pequeña historia secreta.
Los entendidos descubren en
los accesos a los secretos del órgano la firma del autor:
“A honra y gloria de Dios me hizo Cipriano Estecha en Begoña siendo
discípulo de Dn. Ignacio Bermeo. Año 1857”. Así reza en su interior como era costumbre en los
autores de los órganos en aquellos años.
Asimismo, su autoría y su
fecha de construcción puede constatarse e los Libros de Cuentas del Monasterio,
tal y como indica Miguel Salaberría en su libro Órganos de Bizkaia / Bizkaiko Organuak.
Lope Alberdi
Nacido en Gautegiz de Arteaga (Bizkaia) en 1869, Lope
Alberdi ingresó como aprendiz de Aquilino Amezua a la edad de 15 años. Con el
tiempo llegó a convertirse en director y socio de la casa Amezua. Sin embargo,
las tensiones entre ambos llevaron a Alberdi a independizarse y a crear la
firma Lope Alberdi y Cía. Entre 1890 y 1897, Lope Alberdi mantuvo una posición
destacada en los talleres de Amezua de Barcelona. En esos años se construyeron
y reformaron numerosos órganos importantes como por ejemplo: el de la iglesia
de Santo Domingo de Manila (1890), el de la catedral de Santa Fe de Bogotá
(1891), Sagrado Corazón de Donostia-San Sebastián (1891), Sagrado Corazón de
Barcelona (1892), San Sebastián de Soreasu de Azpeitia (1893), San Miguel de
Vitoria (1893), Santa María de Uribarri de Durango (1894), Ntra. Sra. Del
Rosario de Chiquinquirá, en Colombia (1894), San Vicente Mártir de Bilbao
(1894), San Bartolomé de Elgoibar (1895), San Esteban de Bera (1895-96), Abadía
de Montserrat (1896), San Miguel de Oñate (1897), etc.
Rafael Puignau, en un artículo dedicado a alabar la
figura de Alberdi, escribía: “Con la ausencia total del Sr. Amezua y bajo la
única dirección del Sr. Alberdi se construyeron en Barcelona órganos de la
importancia del de Montserrat, Casa Damians, Manizales, Vera y otros”. La
vinculación entre Amezua y Alberdi tuvo lugar entre 1884 y finales de
1897, año en el que ambos organeros
decidieron romper definitivamente sus relaciones, coincidiendo con la
construcción del órgano de Cassà de la
Selva, el la provincia de Gerona. A partir de entonces, el
organero vizcaíno optó por establecerse por su cuenta con el apoyo de algún
otro socio, y separarse de su antiguo maestro.
El órgano de la parroquia
No hay comentarios:
Publicar un comentario