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miércoles, 27 de septiembre de 2017

El papa Francisco con Caritas Internacional en campaña pro emigrantes



El papa Francisco va a sostener oficialmente, el miércoles 27 de setiembre en Roma, el comienzo de una campaña de Caritas Internacional sobre la acogida de los emigrantes.



Con este compromiso, el papa muestra una vez más hasta qué punto este tema es primordial para él, a pesar de las fuertes resistencias que encuentra en ciertos católicos, leemos en el diario La Croix.
 

Le pape François s’engage pour les migrants aux côtés de Caritas Internationalis

Le pape François va soutenir officiellement, mercredi 27 septembre à Rome, le début d’une campagne de Caritas Internationalis sur l’accueil des migrants.


Par cet engagement, le pape montre une nouvelle fois à quel point ce sujet est primordial pour lui, malgré les fortes résistances qu’il rencontre chez certains catholiques.


El 20 de julio del 2013, bajo el ardiente sol de Lampedusa, en pleno Mediterráneo, junto a un altar construido con restos de embarcaciones arrojados sobre la isla, Francisco tiene el rostro sombrío. Con voz grave, vuelve a hacer la pregunta de Dios a Caín tras la muerte de su hermano : « ¿dónde está tu hermano ? , su sangre está clamando hacia mí. »¿Quién es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas? ¡Nadie !¿Quién ha llorado por las personas que estaban en el barco ? », se interroga el  papa quien, por la mañana, se ha encontrado con los guardacostas y una cuarentena de emigrantes. Ellos les han contado su viaje, los peligros que han sufrido, los barqueros y traficantes… « He sentido que debía venir hoy aquí para rezar, para tener un gesto de proximidad, pero también para despertar nuestras conciencias para que lo que ha ocurrido no se repita », confía.
Por su historia personal, Francisco es por naturaleza sensible a la suerte de los emigrantes. « Hijo de una familia de emigrantes »,como se presenta a sí mismo, no puede olvidar que su familia hubiera podido correr el mismo riesgo si, en 1927, las formalidades administrativas no hubieran impedido a sus abuelos y a su padre  tomar un barco que debía deslizarse a lo largo de Brasil.
El papa preocupado por la intolerancia contra los emigrantes
La « cultura del desprestigio » denunciada por el papa
Pero para el padre Fabio Baggio, subsecretario encargado de los emigrantes en el dicasterio para el desarrollo humano integral, hay algo más, detrás de la preocupación de Francisco por los emigrantes. Más aún que la argumentación tradicional que pretende ver en la Sagrada Familia huyendo a Egipto el ejemplo tipo de los emigrantes, es la cuestión de la dignidad del hombre creado por Dios lo que interroga a Francisco. « La preocupación mayor del papa, son las personas que viven en situación de vulnerabilidad », explica el que suele tratar regularmente con él de estos temas.
Desde el comienzo de este pontificado marcado por la experiencia de Lampedusa, Francisco no ha cesado de denunciar « la cultura del desprestigio » que aparta a los que la sociedad juzga inútiles, incapacitados, enfermos, ancianos, parados, niños que van a nacer, emigrantes… Una visión extensiva de la dignidad, en total conformidad con la doctrina social de la Iglesia, que el papa ha elaborado desde hace años cuando era arzobispo de Buenos Aires, cuando descubrió el drama de las personas víctimas de la trata de seres humanos. Ya en aquel tiempo, se interrogaba en las homilías sobre el tema : « ¿Dónde está tu hermano ? »
« En una perspectiva cristiana, la defensa de la persona es prioritaria sobre todo lo demás, recuerda el padre Baggio. Todo el resto es corolario : incluso si la distinción es fundamental, somos personas antes de ser hombre o mujer. Somos personas antes de ser ciudadanos o extranjeros, antes de ser refugiados o emigrantes, antes de estar en situación regular o irregular ».
 El papa Francisco al encuentro de refugiados acogidos en Roma
La Iglesia como « conciencia crítica"
Como buen conocedor del pensamiento occidental, Francisco no hace más que recordar que la dignidad de la persona humana creada por Dios prima sobre la sociedad política que no es más que el resultado de una convención entre personas. No es que Francisco niegue el Estado : el papa argentino ha desarrollado un pensamiento alimentado con la noción de pueblo. « pero un estado no puede existir sin las personas, mientras que la persona existe sin estado : el papa no puede estar de acuerdo con la visión maquiavélica de un estado que prime sobre la persona ». Resume el padre Baggio.
En este sentido es como hay que entender la frase del papa que hizo tanto ruido en su  mensaje para la próxima Jornada mundial de los emigrantes, donde explicaba que « el principio de la centralidad de la persona humana(…) nos obliga a anteponer la segurida personal a la seguridad nacional ». Francisco no niega el derecho de los Estados a luchar contra el terrorismo : solo rechaza que esto se haga a costa de la dignidad humana, y aquí están los emigrantes.
Este discurso del papa choca con numerosas resistencias, sobre todo entre los católicos que temen por su identidad. Francisco lo sabe, pero según fuentes cercanas a él, no tiene la intención de renunciar al papel de la Iglesia como « conciencia crítica » de los gobernantes. Dirigiéndose el viernes 22 de setiembre a los directores de la pastoral de emigrantes en Europa, arañó un « digamos, deber moral de conservar la identidad cultural y religiosa original » recordando al Viejo Continente que sus valores se enraizan en el mensaje cristiano.
El papa y los emigrantes un debate que hace ruido
« Cuanto más reacciones haya, más va a insistir »
 El viernes, subrayaba así que « el desagrado profundo frente a la llegada masiva de emigrantes y refugiados(…) subraya los límites del proceso de unificación europea, los obstáculos a los que se enfrenta la aplicación concreta de la universalidad de los derechos del hombre, los muros contra los cuales choca el humanismo integral que constituye uno de los más hermosos frutos de la civilización europea ». Es también una forma de interpelar a Europa sobre las consecuencias de su política intervencionista en el mundo, en nombre de los derechos del hombre, de la cual no siempre asume sus consecuencias.
Tampoco duda en interpelar a los católicos reticentes y asustados por los emigrantes cultural y religiosamente diferentes. Les recuerda que los emigrantes cristianos, que han enriquecido a las Iglesia de Europa con « su devoción y entusiasmo litúrgico y apostólico », son « una oportunidad suplementaria de realizar plenamente su catolicidad ».En cuanto a los que no son católicos, son también una « nueva frontera misionera » para las cansadas Iglesias europeas.
Más que ver a los católicos replegarse sobre su identidad, subraya que los emigrantes de otras religiones son « una ocasión privilegiada de anunciar a Jesucristo y su evangelio sin moverse de su propio ambiente, de testimoniar concretamente de la fe cristiana en la caridad y un profundo respeto para las otras expresiones religiosas ». No un proselitismo, sino un testimonio de fe en actos, en nombre de la misericordia de Cristo. « Fui extranjero y me acogisteis ».
« Sobre la custión de los emigrantes, Francisco no cederá en nada pues es consciente de que ahí está el meollo del mensaje cristiano », resalta Dominique Wolton que acaba de encontrarse con el papa. « Y como gran político, cuanto más reacciones encuentre, más insistirá ».

 

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