JOSÉ
IGNACIO CALLEJA
PROFESODRE
MORAL SOCIAL
CRISTIANA
Acaldes de toda Europa se
reúnen hoy y mañana en el
Vaticano para exigirse una
respuesta concertada a la
crisis de los refugiados. En medio de
tanto conformismo político, es una
esperanza que la red de ciudades refugio
salte sobre sus Gobiernos nacionales
y diga, “ aquí estamos, basta ya
de esta barbarie a las puertas de nuestras
casas engalanadas
con luces y
mensaje s navideños ». Y que sea en el
Vaticano, porque la Iglesia Católica de
Francisco los convoca, es un honor
para nosotros los creyentes y un gozo
para cualquier hombre y mujer de corazón
limpio.
Alguien tiene que dar
un paso al frente y si es por la justicia,
ya no hay color religioso o laico que
importe. «Buscad el reino de Dios y
su justicia y todo lo demás se os dará
por añadidura» , en seña el Evangelio.
La complicación tan falsa de que la
justicia de Dios no es la nuestra, es
otra barbaridad
teológica; no es la nuestra,
es como la mejor de las nuestras
y elevada al cubo en humanidad;
porque
sin los más pequeños , ignorados,
inocentes, pobres y prescindibles en
el centro de nuestro ver, juzgar y hacer,
no hay justicia; hay legalidad, y si
esos que digo no están en el centro ,
con sus derechos iguales de persona,
se trata de un a legalidad para defender
nuestra posición social, es decir,
un tesoro podrido o robado. Porque
no sólo somos pueblos y Estados constituidos
en fortaleza
contra los
refugiados
y emigrantes de la guerra y el
hambre, sino que somos, a menudo ,
grupos de intereses antagónicos dentro
de lo que parece la sociedad y el
mundo único. ¡Qué suerte tienen los
señores del dinero, de la guerra, y sus
gobiernos, de que entendamos antes
la nación que las
personas ,
la legalidad
que la justicia , la ideología que el
pensamiento! ¡Qué suerte tienen y
cómo aprovechan nuestros miedos al
de fuera y a un futuro con más invitados
a la mesa! Y ¡qué agradecidos estamos
de que nos eviten verlos de cerca!
¿La prueba? En las últimas elecciones
españolas prácticamente nadie
tuvo que hablar de
refugiados. ¿Por
qué? Porque hablar de esto con la verdad
en la boca, quita votos. Se animó
en Alemania la malísima señora Merkel
y dijo que lo hacía por piedad, y
desde entonces ha perdido elección
tras elección. Y ¡eso que cabía pensar
que en Alemania era mano de obra
abundante y barata, a medio plazo, en
un país que la necesita' Pues ni así coló.
¿Qué más puede suceder para que
la opinión pública mundial reaccione
severamente ante su s gobiernos pidiéndoles
responsabilidades? ¿Qué
estáis haciendo para detener definitivamente
la guerra de Siria y sus consecuencias
para la gente? Esta debería
ser la pregunta de nuestros ciudadanos.
«No, dicen, ¡es un asunto muy
complejo, que no puede pensarse en
términos de bueno s y malos!». Pues
sí, es cierto, pero las guerra s se pueden
parar, y los instrumentos de presión
internacional están ahí cuando
la barbarie alcanza estos límites. Y si
nuestros Estados no pueden hacerlo
es que el terror los constituye y los
compensa entre sí en su naturaleza.
¿Cómo podemos
aceptarlos en estas
condiciones? Hobbes tendría razón ,
pura violencia pactada. En las calles
de Alepo las bombas destrozan a hombres,
mujeres, niños ... luego la indiferencia
es lo único que no podemos aceptar.
Probablemente el «cansancio
mediático» ha hecho mella en nosotros
y nuestra fuente de fraternidad
compasiva se ha secado , escribe
un maestro andaluz de teología.
Lo comparto como el ser o no ser
de este momento para las democracias
del mundo; lo de Alepo y lo de los
refugiados de las varias Sirias que en
el mundo son es el paradigma de lo
que no puede ser. No podemos seguir
con un bla, bla, bla inocente en política,
en ética y en religión. En realidad,
hace tiempo que perdimos la inocencia.
Por un a vez, permítame el lector
que lo diga en lenguaje teológico;
lo que sucede es un verdadero contrasigno,
donde el celebrado anuncio del
Reino de Dios (Navidad) fracasa a manos
de las estrategias, propósitos e
ideologías de quienes niegan a conciencia
la Buena Nueva de Dios y su
justicia. La justicia del Reino de Dios
devuelve la dignidad a la gente de a
pie, a los que quieren vivir y dejar vivir,
a los que se implican y
complican
para vivir juntos con respeto de las
personas. Por el contrario, sus enemigos
dirigen, compiten y viven de guerras
contra ellos; ¡estos últimos son
los hijos de Satanás! Ese sí que es el
demonio. Y si consentimos que potencias,
estrategas, dinero, castas y fanáticos
de las ideología s totalitarias,
¡verdaderos hijos de Satanás contra la
Buena Nueva del Reino!, machaquen
con nuestro silencio, votos y consumos
a la gente inocente, debemos denunciarlo.
Y cuando con nuestras liturgias y
fiestas navideñas, tan hermosas
y manipulables a la vez, dejamos
que la vida de los más pobres discurra
según la ley de hierro del dinero,
sólo queda que el mismo Dios siga
siendo bueno con nosotros. Cada cual
tiene buena s razone s para legitimar
su conciencia humana compasiva ,
pero lo que es in negociable es darle
cauce personal, familiar y social. Personal,
cuando se hace lúcida, sincera ,
sobria, solidaria, justa; familiar, cuando
eso mismo trasciende a la conciencia
personal y puede ser conversada y
compartida por una casa de jóvenes,
niños y mayores; y social, cuando esa
bondad navideña se hace justicia en
la empresa, en el fisco, en el gobierno,
en la acogida de inmigrantes, en
la renta de garantía con los que no
pueden más. Solo estas prácticas de
justicia pueden recuperarnos contra
los intereses de la guerra y a favor de
la gente que la odia , que la sufre, que
no la busca ni se enriquece con ella.
Solo estas prácticas de justicia social
pueden recuperarnos contra las ideologías
que prosiguen su camino del
templo, de la ley, del banco y la nación,
dando un rodeo para no ver a los
caídos del camino. Más todavía, que
quieren llegar al templo , a la ley, al
banco o a la nación a cualquier precio,
porque solo en ellos se sien ten a salvo.
¡Pobres diablos! Quien quiera salvarse
en solitario, con millones de refugiados
a las puertas de sus ciudades,
y la gente pillada en Alepo como en
una ratonera, no podrá quejarse por
mucho tiempo de que los bárbaros le
estropeen la cena de Navidad. ¡Bien
por los alcaldes reunid os en Roma!
Los alcaldes de Lampedusa y Lesbos, las dos islas-símbolo del Mediterráneo que visitó Papa Francisco para demostrar su cercanía a los migrantes, pero también los de las ciudades de las que parten y por las que pasan, como Trípoli o Ventimiglia, además de los primeros ciudadanos de diferentes capitales europeas y de muchas otras ciudades, sobre todo italianas y alemanas, comenzaron hoy el encuentro «Europa: los refugiados son nuestros hermanos», organizado en el vaticano y promovido por las alcaldesas de Madrid, Barcelona y París, Manuela Carmena, Ada Colau y Anne Hidalgo. El encuentro concluirá mañana después de un discurso del Papa.
El canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y de la Pontificia Academia de las Ciencias, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, inauguró las sesiones de trabajo esta mañana, que fueron introducidos por la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi. El encuentro, como el que se llevó a cabo en el Vaticano en julio de 2015 sobre el tema del desarrollo sostenible, esta vez se lleva a cabo en la sede de las dos academias, la Casina Pío IV.
Entre hoy y mañana participarán varios alcaldes, en particular de ciudades alemanas e italianas. Además de Virginia Raggi, intervendrán Giusi Nicolini (Lampedusa), Giuseppe Sala de Milán, Luigi De Magistris de Nápoles, Leoluca Orlando de Palermo, Giorgio Gori de Bérgamo, Federico Pizzarotti de Parma, Matteo Biffoni de Prato, Dario Nardella de Florencia, Antonio Decaro de Bari, Enzo Bianco de Catania, y también los primeros ciudadanos de Santorso (Vicenza), Chiesanuova (Turín), Bassano del Grappa (Vicenza), Borgo San Lorenzo (Florencia), Sant'Alessio en Aspromonte (Reggio Calabria), Ventimiglia (Imperia), Cona (Venezia), Riace (Reggio Calabria), Pedivigliano (Cosenza). Intervendrán además los alcaldes de Amsterdam (Holanda), Dublín (Irlanda), Copenhagen (Dinamarca), Bruselas (Bélgica), Riga (Letonia), Trípoli (Libia), Dresde (Alemania), Zürich (Suiza), Stuttgart (Alemania), Zaragoza (España), Toulouse (Francia), Gdansk (Polonia), Frankfurt (Alemania), Colonia (Alemania), Düsseldorf (Alemania), Salzburgo (Austria), Glasgow (Reino Unido), Bonn (Alemania), Acquisgrana (Alemania), Münster (Germania), Manchester (Reino Unido), Lübeck (Alemania), Dortmund (Alemania), Lesbos (Grecia).
Refugiados, alcaldes de Lampedusa, Lesbos y de las capitales de la Unión Europea en el Vaticano
El Papa hablará mañana en la tarde ante el grupo que se ocupa del
desarrollo sostenible, promovido esta vez por las primeras ciudadanas de
Madrid, Barcelona y París
ciudad del vaticano
Los alcaldes de Lampedusa y Lesbos, las dos islas-símbolo del Mediterráneo que visitó Papa Francisco para demostrar su cercanía a los migrantes, pero también los de las ciudades de las que parten y por las que pasan, como Trípoli o Ventimiglia, además de los primeros ciudadanos de diferentes capitales europeas y de muchas otras ciudades, sobre todo italianas y alemanas, comenzaron hoy el encuentro «Europa: los refugiados son nuestros hermanos», organizado en el vaticano y promovido por las alcaldesas de Madrid, Barcelona y París, Manuela Carmena, Ada Colau y Anne Hidalgo. El encuentro concluirá mañana después de un discurso del Papa.
El canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y de la Pontificia Academia de las Ciencias, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, inauguró las sesiones de trabajo esta mañana, que fueron introducidos por la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi. El encuentro, como el que se llevó a cabo en el Vaticano en julio de 2015 sobre el tema del desarrollo sostenible, esta vez se lleva a cabo en la sede de las dos academias, la Casina Pío IV.
Entre hoy y mañana participarán varios alcaldes, en particular de ciudades alemanas e italianas. Además de Virginia Raggi, intervendrán Giusi Nicolini (Lampedusa), Giuseppe Sala de Milán, Luigi De Magistris de Nápoles, Leoluca Orlando de Palermo, Giorgio Gori de Bérgamo, Federico Pizzarotti de Parma, Matteo Biffoni de Prato, Dario Nardella de Florencia, Antonio Decaro de Bari, Enzo Bianco de Catania, y también los primeros ciudadanos de Santorso (Vicenza), Chiesanuova (Turín), Bassano del Grappa (Vicenza), Borgo San Lorenzo (Florencia), Sant'Alessio en Aspromonte (Reggio Calabria), Ventimiglia (Imperia), Cona (Venezia), Riace (Reggio Calabria), Pedivigliano (Cosenza). Intervendrán además los alcaldes de Amsterdam (Holanda), Dublín (Irlanda), Copenhagen (Dinamarca), Bruselas (Bélgica), Riga (Letonia), Trípoli (Libia), Dresde (Alemania), Zürich (Suiza), Stuttgart (Alemania), Zaragoza (España), Toulouse (Francia), Gdansk (Polonia), Frankfurt (Alemania), Colonia (Alemania), Düsseldorf (Alemania), Salzburgo (Austria), Glasgow (Reino Unido), Bonn (Alemania), Acquisgrana (Alemania), Münster (Germania), Manchester (Reino Unido), Lübeck (Alemania), Dortmund (Alemania), Lesbos (Grecia).
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