En tiempos pasados el 26 de enero, festividad del san Policarpo, mucha gente acudía caminando desde Gernika, Bermeo y otros lugares de Busturialdea a Gautegiz Arteaga a la misa mayor que se celebraba en la parroquia de esta localidad. Se decía que era un santo al que se le pedía protección para los males de los huesos, azurren santua.
Solía haber tullidos que pedían a la puerta de la iglesia. Se oía misa con el consiguiente aurresku y luego se chiquiteaba. Antes había menos pereza para andar y tampoco había otro remedio que desplazarse a pie. Además, aunque estemos todavía en el corazón del invierno, es notable el aumento de las horas de luz, como señala un informante: “Egune luzetu egin da, ordu bete baino gehiago”.Los vecinos de Gautegiz Arteaga, al ser la fiesta
patronal, recibían a los invitados en casa, konbidedutze eguna. En otro
tiempo los platos principales del menú de este día eran las angulas, el cordero
y las tostadas. Hoy día tiene lugar un amaiketako
delante de la iglesia que es obsequio del ayuntamiento.
La gente solía regresar con ramos de mimosas porque las
abundantes mimosas que rodeaban el castillo de la emperatriz Eugenia de Montijo
estaban en plena floración.
En Gernika, los mayores, matrimonios y parejas principalmente,
cenaban ese día en tabernas y restaurantes de la villa. El plato imprescindible
eran las angulas, el postre podía consistir en tostadas o arrroz con leche.
Noticia sobre san Policarpo
¿Quién fue Policarpo? ya que nos encontramos ante un santo
que no cuenta con raigambre en nuestro entorno.
Policarpo, cuya festividad se celebra el 26 de enero, es
un santo de los primeros tiempos del cristianismo, del siglo II. Fue obispo de
Esmirna y coetáneo de san Ignacio de Antioquía, el santo en el que se miró
nuestro Ignacio de Loyola para cambiar su nombre de Íñigo y adoptar el de
Ignacio. El relato de su martirio, que consistió en ser quemado en la hoguera,
es el relato circunstanciado más antiguo que existe del martirio de un solo
individuo. Probablemente tuvo lugar el 22 de febrero del año 156.
Las personas del mundo rural incurren a menudo en
metátesis al pronunciar su nombre, dicen san Poliparco en lugar de san
Policarpo. En euskera ocurre esto también con otros nombres como Gergorio por
Gregorio, Grabiel por Gabriel, etc.
Segundo Oar-Arteta
Gernika-Lumo, invierno 2016
Publicado en Aldaba
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