“La sonrisa de los niños pobres de aquí será vuestra
alegría” (Juanita Agirre, misionera igorreztarra en Perú).
Los ecos rítmicos de las makilas, la víspera de Santa Ageda,
se escuchan mucho más lejos de lo que creemos. Los caminos de la solidaridad
recorren kilómetros en unos pocos acordes. Si la solidaridad es la sonrisa de
los pueblos, la música es su alma.
Decenas de grupos entonan las coplas a Santa Ageda la
víspera de su fiesta en Arratia. El coro de Igorre lleva años visitando los
baserris y recorriendo las calles de la anteiglesia arratiana. Como en otros
muchos años, la buena voluntad de sus vecinos se destina a un fin solidario.
Este año se destina a la misión de Juanita Aguirre, moja igorreztarra que lleva
muchos años en Alto Trujillo Perú.
Juanita lleva 17 años en la comunidad que las monjas de
Santa María de la
Providencia tienen en Alto Trujillo. Esta comunidad creó y,
actualmente, dirige un colegio del movimiento “Fe y Alegría” integrado en el
sistema público. Este proyecto que en su comienzo contaba con 70 alumnos hoy
ofrece educación a más de mil niños y adolescentes.
El centro educativo funciona gracias al buen trabajo de un
amplio equipo humano. Siendo Alto Trujillo un barrio nuevo y humilde, los
recursos son escasos, por lo que la ilusión y la perseverancia son
indispensables. Así pues, “Fe y Alegría Nº 63 - Santa María de la Providencia” es un
jardín en un desierto que ronda los 90.000 habitantes.
El coro de Igorre recaudó la suma de 1.772 euros para esta buena causa, no se olvidan de
la importante labor de Juanita a favor de las mujeres y jóvenes de Alto
Trujillo, Perú. Vecinos y amigos de Juanita grabaron también un sencillo vídeo
de la actuación del coro de Igorre y lo compartieron con ella. Ha llegado el
eco. Las buenas obras también tienen eco. Así escribe Juanita desde Perú: “Ví
y oí vuestro recital con motivo de Santa Águeda. Gracias de corazón por vuestro
buen ánimo por las misiones … La sonrisa de los pobres niños de allí será
vuestra alegría…”.
No es el único lazo que une
Arratia con Alto Trujillo. Joseba y Mikel, dos jóvenes arratianos, compartieron
un mes este verano con los vecinos de este asentamiento y colaboraron en el
centro educativo. Ellos compartieron su testimonio: “los jardines que hoy en
día son escasos poco a poco se extenderán y los pájaros cantarán en todo Alto
Trujillo. Y cuando esto ocurra, aquellos que sepan que esto no siempre fue así
recordarán el camino recorrido con agradecimiento y orgullo”.
El canto de los pájaros de Alto
Trujillo se enlaza con los ritmos de las makilas, recordándonos, una vez más,
que podemos hacer más de lo que creemos en la gran sinfonía de los pueblos que
comparten trabajo, fe y alegría.
Más información:
https://arratiaeliza.blogspot.com/2019/10/iraila-alto-trujillon-perun-septiembre.html
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