Ha culminado la primera parte del arreglo y puesta a punto del campanario de la iglesia, informa Iker Ugarte en DEIA.
La colecta de la misa de hoy se destinará íntegramente a pagar los gastos de los trabajos.
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Zeanuri - La parroquia de Andra Mari ha culminado con éxito la primera
parte del arreglo y puesta a punto de las campanas del campanario. Hoy,
15 de agosto, se celebra la fiesta grande de Zeanuri y las campanas de
Andra Mari repicarán afinadas gracias a esta actuación. Tal y como
informa el párroco de Zeanuri, Jose Mari Kortazar, “esta torre es famosa
en la anteiglesia, pues ilustra hasta el sello y la imagen corporativa
del municipio arratiano”. Para esta puesta a punto, los campaneros de la
empresa especializada Hermanos Portilla de Cantabria han realizado una
delicada labor “cambiando rodamientos, cojinetes y martillo para su
óptimo rendimiento”.
Y es que “el uso diario de la campana, que
marca las horas desde lo alto de la torre, ha provocado el lógico
desgaste en el sistema mecánico de toque”, indica Kortazar. Si
antiguamente se hacían repicar o sonar las campanas manualmente, “ahora
el toque o el volteo se hacen por medio de fuerza eléctrica”. Por ahora,
el consejo parroquial se ha animado a arreglar y poner a punto el
sistema de la campana que más se utiliza, “dejando para próximas fechas
otros arreglos”. Hoy, en plenas fiestas del municipio, a las 11.00 horas
tendrá lugar el repique de campanas para invitar a las y los
zeanuritarras a acudir a la misa mayor. “La colecta de esta misa se
destinará íntegramente a la obra de reparación del sistema de toque de
esta campana”, subraya el párroco de la localidad.
Cuatro
campanas La parroquia de Andra Mari tiene en la actualidad cuatro
campanas en buen estado de conservación. “La más antigua data de 1722,
se llama Santa María y tiene un diámetro de 136 centímetros”. Es la de
mayores dimensiones, con un peso de 953 kilogramos y una altura de 125
centímetros. Según cuenta Kortazar, “otras dos fueron fundidas en
Gasteiz, por la empresa Viuda de Murua. La más pequeña tiene 89
centímetros de diámetro, llamada Kanpaia, y la mayor 122, que fue
bautizada como Inmaculada”.
De 1953 es la denominada Asunción,
como la patrona de la parroquia, y tiene un diámetro de 88 centímetros.
“Hoy en día todas ellas tienen el toque o el volteo mecánico, aunque
anteriormente eran utilizadas manualmente”, recuerda Kortazar al
precisar el cambio que se ha producido.
Tal y como rememora
Kortazar, “la costumbre de la campana y su uso viene de antiguo”. Sus
toques y repiques han sido instrumento de comunicación durante siglos.
En este sentido, “marcaba el ritmo del día y del año, anunciaba
reuniones, misas, incendios o fallecimientos, y según el arte del
campanero, el vecino ya sabía si el muerto era varón, mujer o niño”. En
la actualidad, “se han perdido muchas costumbres, dicen que el oficio de
campanero se acaba, pero todavía la campana nos ofrece su alegría a
kilómetros”.
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