Páginas

jueves, 15 de agosto de 2019

Andra Mari 2019 Zeanurin: Argazkiak! Las fotos!

Ha culminado la primera parte del arreglo y puesta a punto del campanario de la iglesia, informa Iker Ugarte en DEIA.
La colecta de la misa de hoy se destinará íntegramente a pagar los gastos de los trabajos.

Klikatu hemen meza osteko argazkiak eta bideoa ikusteko
Clic aquí para ver las fotos y vídeo del ambiente tras la misa

Zeanuri - La parroquia de Andra Mari ha culminado con éxito la primera parte del arreglo y puesta a punto de las campanas del campanario. Hoy, 15 de agosto, se celebra la fiesta grande de Zeanuri y las campanas de Andra Mari repicarán afinadas gracias a esta actuación. Tal y como informa el párroco de Zeanuri, Jose Mari Kortazar, “esta torre es famosa en la anteiglesia, pues ilustra hasta el sello y la imagen corporativa del municipio arratiano”. Para esta puesta a punto, los campaneros de la empresa especializada Hermanos Portilla de Cantabria han realizado una delicada labor “cambiando rodamientos, cojinetes y martillo para su óptimo rendimiento”.

Y es que “el uso diario de la campana, que marca las horas desde lo alto de la torre, ha provocado el lógico desgaste en el sistema mecánico de toque”, indica Kortazar. Si antiguamente se hacían repicar o sonar las campanas manualmente, “ahora el toque o el volteo se hacen por medio de fuerza eléctrica”. Por ahora, el consejo parroquial se ha animado a arreglar y poner a punto el sistema de la campana que más se utiliza, “dejando para próximas fechas otros arreglos”. Hoy, en plenas fiestas del municipio, a las 11.00 horas tendrá lugar el repique de campanas para invitar a las y los zeanuritarras a acudir a la misa mayor. “La colecta de esta misa se destinará íntegramente a la obra de reparación del sistema de toque de esta campana”, subraya el párroco de la localidad.

Cuatro campanas La parroquia de Andra Mari tiene en la actualidad cuatro campanas en buen estado de conservación. “La más antigua data de 1722, se llama Santa María y tiene un diámetro de 136 centímetros”. Es la de mayores dimensiones, con un peso de 953 kilogramos y una altura de 125 centímetros. Según cuenta Kortazar, “otras dos fueron fundidas en Gasteiz, por la empresa Viuda de Murua. La más pequeña tiene 89 centímetros de diámetro, llamada Kanpaia, y la mayor 122, que fue bautizada como Inmaculada”.

De 1953 es la denominada Asunción, como la patrona de la parroquia, y tiene un diámetro de 88 centímetros. “Hoy en día todas ellas tienen el toque o el volteo mecánico, aunque anteriormente eran utilizadas manualmente”, recuerda Kortazar al precisar el cambio que se ha producido.

Tal y como rememora Kortazar, “la costumbre de la campana y su uso viene de antiguo”. Sus toques y repiques han sido instrumento de comunicación durante siglos. En este sentido, “marcaba el ritmo del día y del año, anunciaba reuniones, misas, incendios o fallecimientos, y según el arte del campanero, el vecino ya sabía si el muerto era varón, mujer o niño”. En la actualidad, “se han perdido muchas costumbres, dicen que el oficio de campanero se acaba, pero todavía la campana nos ofrece su alegría a kilómetros”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario