Censura en la Iglesia vizcaina.
El obispo de Bilbao prohíbe la conferencia de un teólogo crítico, Andrés Torres
Queiruga.
Atribuyen el veto al plan de Iceta de afianzar el sesgo conservador de la Diócesis, leemos hoy en DEIA.
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha prohibido una conferencia que iba a impartir en Bilbao Andrés Torres Queiruga, un teólogo incómodo para la jerarquía eclesiástica, que había sido invitado por el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, IDTP, para pronunciar el próximo 16 de febrero la charla titulada Dios en un mundo injusto. Se trata, según se cita en la web del Foro de Curas de Bizkaia, "de la primera vez desde la época de Pablo Gúrpide que un obispo impide la presencia de un teólogo en nuestra Diócesis", señala Javier Vitoria, teólogo vizcaino y exprofesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto.
El teólogo censurado, siempre muy crítico con las teorías oficiales de la jerarquía eclesiástica, aboga además por democratizar la Iglesia. Según fuentes diocesanas, "este veto es grave porque se enmarca en un intento de controlar todos los órganos de opinión teológica de la Diócesis y teledirigirlos hacia las tesis más conservadoras", señalan.
Andrés Torres Queiruga, doctor en Filosofía y Teología, profesor de Teología fundamental en el Instituto Teológico Compostelano y de Filosofía de la Religión en la Universidad de Santiago de Compostela, es uno de los teólogos españoles con más peso en el mundo católico y un filósofo comprometido con una espiritualidad cercana a las necesidades reales de las personas. Sus escritos, estudiados en todas las facultades, gozan de gran prestigio. Sin embargo, resulta una figura molesta a los ojos de la Conferencia Episcopal Española.
El veto se produce además en contra de la opinión de la dirección del Instituto Diocesano y Pastoral, responsable de organizar este ciclo de conferencias abierto al público, -que ya ha acogido una charla en octubre y preveía celebrar dos más para los meses de febrero y mayo-, al considerar que el teólogo invitado era el personaje más indicado para esta disertación.
A juicio de Javier Vitoria, "prohibir la presencia de Andrés Torres entre nosotros solo puede ser fruto del error, de la ignorancia o de la falta de libertad para desoír las recomendaciones que seguramente proceden de la cúpula episcopal española. La otra hipótesis, la del pensamiento intolerante, prefiero no tenerla en consideración", denuncia. Asimismo Vitoria se hace eco de la comunicación de Iceta al director del IDTP, Javier Oñate, de la necesidad de reconducir el instituto hacia una posición más centrada. "Cuando un obispo confunde el centro con la derecha, irremediablemente deja fuera de la comunión a un grupo importante de miembros de la comunidad cristiana", critica.
Al igual que a Mario Iceta, a la Conferencia Episcopal, la que controla la ortodoxia de la doctrina católica, tampoco le gustan las opiniones de Andrés Torres y ya había amenazado con ejercer manu militari condenando sus obras y censurando algunas de sus ideas teológicas. El caso Torres Queiruga saltó a las primeras planas hace dos años al destaparse un informe de la Comisión para la Doctrina de la Fe, en la que haciendo gala de un gran celo inquisitorial, se cuestionaba la catolicidad de su ideario teológico.
"Lo que digo en toda mi obra está dentro del pluralismo legítimo de la Iglesia", se defendía entonces Andrés Torres frente a quienes pretendían situar sus ideas fuera de la ortodoxia oficial. Sin embargo, el teólogo gallego asegura que no se siente perseguido y se muestra convencido de que en el seno del propio Episcopado cuenta con destacados apoyos. "Dentro de la Iglesia hay división de opiniones y la mayoría de los prelados no comparte la deriva excesivamente estrecha y dogmática que se está adoptando", afirma con total serenidad y confianza un hombre que ha plasmado sus pensamientos en obras como Recuperar la salvación, La revelación divina en la realización humana y El problema de Dios en la modernidad.
Para algunas de las fuentes consultadas por DEIA, el veto impuesto por el prelado bilbaino es muy relevante "ya que el proceder del obispo de Bilbao revela la falta de autonomía del Instituto, una institución, por otra parte, creada por la Diócesis con el fin de impulsar la reflexión teológica-pastoral y promover la formación permanente de los presbíteros. Además -indican- pone de manifiesto el modelo conservador de la evangelización diocesana".
En este sentido, se critica que a los guardianes de la ortodoxia también les molesten otros estudiosos como Jose Arregi, Jose Antonio Pagola, José Ignacio González Faus o el propio Jon Sobrino, que han llegado a ser amonestados o directamente sancionados.
Para algunas de estas fuentes, la censura a la intervención del teólogo gallego "se enmarca en el contexto de que la Conferencia Episcopal Española quiere reconducir la deriva teológica de la Iglesia hacia tesis muy conservadoras".
No hay que olvidar que el Vaticano ha decidido jugar fuerte en Euskadi y el futuro de la Iglesia vasca ya pivota sobre José Ignacio Munilla y Mario Iceta, a los que se alinea con la corriente más integrista del Episcopado español, ahora liderada por el cardenal Antonio Rouco Varela.
Atribuyen el veto al plan de Iceta de afianzar el sesgo conservador de la Diócesis, leemos hoy en DEIA.
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha prohibido una conferencia que iba a impartir en Bilbao Andrés Torres Queiruga, un teólogo incómodo para la jerarquía eclesiástica, que había sido invitado por el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, IDTP, para pronunciar el próximo 16 de febrero la charla titulada Dios en un mundo injusto. Se trata, según se cita en la web del Foro de Curas de Bizkaia, "de la primera vez desde la época de Pablo Gúrpide que un obispo impide la presencia de un teólogo en nuestra Diócesis", señala Javier Vitoria, teólogo vizcaino y exprofesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto.
El teólogo censurado, siempre muy crítico con las teorías oficiales de la jerarquía eclesiástica, aboga además por democratizar la Iglesia. Según fuentes diocesanas, "este veto es grave porque se enmarca en un intento de controlar todos los órganos de opinión teológica de la Diócesis y teledirigirlos hacia las tesis más conservadoras", señalan.
Andrés Torres Queiruga, doctor en Filosofía y Teología, profesor de Teología fundamental en el Instituto Teológico Compostelano y de Filosofía de la Religión en la Universidad de Santiago de Compostela, es uno de los teólogos españoles con más peso en el mundo católico y un filósofo comprometido con una espiritualidad cercana a las necesidades reales de las personas. Sus escritos, estudiados en todas las facultades, gozan de gran prestigio. Sin embargo, resulta una figura molesta a los ojos de la Conferencia Episcopal Española.
El veto se produce además en contra de la opinión de la dirección del Instituto Diocesano y Pastoral, responsable de organizar este ciclo de conferencias abierto al público, -que ya ha acogido una charla en octubre y preveía celebrar dos más para los meses de febrero y mayo-, al considerar que el teólogo invitado era el personaje más indicado para esta disertación.
A juicio de Javier Vitoria, "prohibir la presencia de Andrés Torres entre nosotros solo puede ser fruto del error, de la ignorancia o de la falta de libertad para desoír las recomendaciones que seguramente proceden de la cúpula episcopal española. La otra hipótesis, la del pensamiento intolerante, prefiero no tenerla en consideración", denuncia. Asimismo Vitoria se hace eco de la comunicación de Iceta al director del IDTP, Javier Oñate, de la necesidad de reconducir el instituto hacia una posición más centrada. "Cuando un obispo confunde el centro con la derecha, irremediablemente deja fuera de la comunión a un grupo importante de miembros de la comunidad cristiana", critica.
Al igual que a Mario Iceta, a la Conferencia Episcopal, la que controla la ortodoxia de la doctrina católica, tampoco le gustan las opiniones de Andrés Torres y ya había amenazado con ejercer manu militari condenando sus obras y censurando algunas de sus ideas teológicas. El caso Torres Queiruga saltó a las primeras planas hace dos años al destaparse un informe de la Comisión para la Doctrina de la Fe, en la que haciendo gala de un gran celo inquisitorial, se cuestionaba la catolicidad de su ideario teológico.
"Lo que digo en toda mi obra está dentro del pluralismo legítimo de la Iglesia", se defendía entonces Andrés Torres frente a quienes pretendían situar sus ideas fuera de la ortodoxia oficial. Sin embargo, el teólogo gallego asegura que no se siente perseguido y se muestra convencido de que en el seno del propio Episcopado cuenta con destacados apoyos. "Dentro de la Iglesia hay división de opiniones y la mayoría de los prelados no comparte la deriva excesivamente estrecha y dogmática que se está adoptando", afirma con total serenidad y confianza un hombre que ha plasmado sus pensamientos en obras como Recuperar la salvación, La revelación divina en la realización humana y El problema de Dios en la modernidad.
Para algunas de las fuentes consultadas por DEIA, el veto impuesto por el prelado bilbaino es muy relevante "ya que el proceder del obispo de Bilbao revela la falta de autonomía del Instituto, una institución, por otra parte, creada por la Diócesis con el fin de impulsar la reflexión teológica-pastoral y promover la formación permanente de los presbíteros. Además -indican- pone de manifiesto el modelo conservador de la evangelización diocesana".
En este sentido, se critica que a los guardianes de la ortodoxia también les molesten otros estudiosos como Jose Arregi, Jose Antonio Pagola, José Ignacio González Faus o el propio Jon Sobrino, que han llegado a ser amonestados o directamente sancionados.
Para algunas de estas fuentes, la censura a la intervención del teólogo gallego "se enmarca en el contexto de que la Conferencia Episcopal Española quiere reconducir la deriva teológica de la Iglesia hacia tesis muy conservadoras".
No hay que olvidar que el Vaticano ha decidido jugar fuerte en Euskadi y el futuro de la Iglesia vasca ya pivota sobre José Ignacio Munilla y Mario Iceta, a los que se alinea con la corriente más integrista del Episcopado español, ahora liderada por el cardenal Antonio Rouco Varela.